Algunos autores señalan que el pueblo nació a partir de una antigua venta, hecho que explicaría el nombre de Ventanilla. Parece ser, en efecto, que los ganaderos que acudían con sus animales a las ferias de Cervera tenían por costumbre pernoctar en este lugar. Quizá lo decidieron así por lo abrigado del paraje o por las abundantes praderas que rodean Ventanilla.
Lo mismo que en Rebanal y San Martín, sus gentes trabajaban la madera. En el siglo XIX, Ventanilla poseía “un molino harinero y cuatro tejedores de tela del país” y se dedicaba a “la venta de puertas de haya, escaleras de mano y carbón de fragua”. Algunas letrillas que aún se escuchan en el Valle Estrecho lo recuerdan así:
«En Rebanal hacen puertas
en San Martín carretillos
en Ventanilla las cunas
y en Cervera los chiquillos»
La iglesia de San Adrián posee tres retablos barrocos, entre los que destaca el mayor, donde hay una buena talla del santo titular. Ventanilla cuenta con un centro de turismo rural y con un caserío remozado. El Ribera circula por la localidad con apreciable caudal y sosiego.
Lugares de interés
Mirador de la Virgen de Valle Estrecho
Siguiendo la pista que nace de la iglesia y tomando el primer camino que sube a la izquierda, se llega a un mirador que ofrece unas apreciables vistas de Ventanilla y de la cola del pantano. En el lugar, que cuenta con varias mesas y es ideal para hacer una merienda, se halla una imagen en piedra de la Virgen de Valle Estrecho y una fuente. Desde el pueblo se accede en apenas diez minutos.