Es San Felices un pueblo bien abastecido de aguas, ya que en él confluyen el río Castillería y los arroyos Patas y de Herreruela. Una fuente cercana, lo mismo que la plaza del pueblo, recibe el nombre de El buen gobernador.
El paisaje que rodea San Felices, propio de la Castillería, es de pequeñas praderas de aprovechamiento ganadero y frondosos bosques de roble y haya. En esta localidad, que también fue minera, pueden observarse aún en uso construcciones de la arquitectura tradicional, como el potro. Hay una calle dedicada al padre Cornelio, destacado religioso de la orden de los Capuchinos nacido aquí en 1908.
San Felices celebra sus fiestas el 10 de agosto, San Lorenzo, aunque poco antes, el primer domingo del mismo mes, los vecinos se reúnen para comer una suculenta paella. La iglesia de San Pedro ad Vinculam es románica, con la característica espadaña. Cuenta con varios retablos, esculturas y pinturas del siglo XVIII, a los que se añade una cruz parroquial gótica de plata, del siglo XVI.
Lugares de interés
El maestro de San Felices
El mayor tesoro de San Felices son las pinturas que alberga la ermita de Santa Teresa, uno de los contados vestigios pictóricos de los templos de la Montaña Palentina. Con un estilo ingenuo y espontaneo recrean diversos pasajes de la vida de Cristo. Algunos estudioso las atribuyen al denominado «Maestro de San Felices», que sería autor de otras pinturas en pueblo del sur de Cantabria y norte palentino, entre ellas las de Vallespinoso de Cervera