El parque de aventuras en los árboles ‘El Robledal del Oso’, situado en Cervera, cumple su primer aniversario con 3.100 visitantes

En él, los usuarios tienen la oportunidad de liberar tensiones y de superar sus limitaciones.

Dicen que soñar con volar es sinónimo de libertad, trae consigo bueno presagios y simboliza nuestro deseo de trascender de lo común. Aunque es una de los mayores aspiraciones del ser humano, todavía no ha habido forma de diseñar un mecanismo que nos permita planear como las aves, pero sí que existen ciertos sucedáneos que nos sitúan un poquito más cerca de la inmensidad del cielo.

Este es el caso de El Robledal del Oso, un parque de aventuras situado en las entrañas de la Montaña Palentina, que permite al visitante estar en pleno contacto con la naturaleza mientras supera sus limitaciones desde lo alto de las copas de los árboles. Esta iniciativa, financiada por la Fundación Patrimonio Natural y gestionada por la empresa Aventuras y Aventuras, cumple ahora su primer aniversario con un total de 3.100 visitas, según los datos aportados por la entidad gestora.

El parque cuenta con seis circuitos -uno de ellos adaptado a las personas de movilidad reducida- clasificados por su dificultad -amarillo, naranja, verde, azul, morado y rojo-. No obstante, antes de acceder a cada uno de ellos es necesario realizar un circuito de demostración en el que los monitores, Ignacio Cuevas y Jaime Fernández, explican las normas básicas de funcionamiento y seguridad del parque y valoran las capacidades de cada usuario.

A lo largo de los distintos recorridos, los participantes, que van perfectamente asegurados con un arnés y son supervisados en todo momento por los monitores, tienen que ir superando una gran variedad de retos, desde pasos de monos, lianas o rocódromos hasta el producto estrella que son las tirolinas.

De hecho el circuito más llamativo y más demandado por la gente es el denominado Canoping, un recorrido a base de tirolinas que superan los 50 metros de alto y los 147 de largo en las que los intrépidos participantes pueden experimentar la sensación de vuelo, liberar tensiones y a la vez disfrutar de los bellos parajes que ofrece la Montaña Palentina. «Nosotros siempre recomendamos a los participantes que griten cuando hacen uso de estas tirolinas, es una forma de perder el estrés acumulado a lo largo de la semana», apunta Jaime Fernández.

Con respecto a la procedencia de los visitantes, El Robledal del Oso se convierte en destino turístico de muchas familias, aunque también es común la llegada de vecinos de la comarca que se acercan hasta la localidad cerverana para hacer deporte y disfrutar de la naturaleza mediante la realización de una actividad original y divertida que no deja indiferente a nadie. «Desde que se inaugurara el año pasado el parque, por aquí han pasado todo tipo de personas, desde grupos escolares, hasta despedidas de solteros o familias, pasando por un curioso grupo de jubiladas que llegaron hace unas semanas para probar una experiencia distinta», ha explicado Ignacio Cuevas.

Aunque se ha dado algún caso aislado de gente que se ha asustado ante los retos, por lo general, todo el que va es capaz de esforzarse y superar sus limitaciones de equilibrio, fuerza y agilidad. Por ello, según explican ambos monitores «los usuarios llegan animados y con ganas de pasárselo bien, pero cuando marchan están todavía más satisfechos de lo que llegaron porque ven superadas las expectativas que les animaron a probar esta experiencia».

El Robledal del Oso permanece abierto todos los días de la semana de 11 a 14 horas y de 17 a 20,30 horas. Los precios, que van desde los 12 hasta los 38 euros, varían en función de los circuitos que se vayan a realizar y del número de personas que conformen el grupo.

 

Fuente: Diario Palentino